Espirulina contra la anemia y la diabetes

La espirulina es rica en hidratos de carbono complejos. Contiene entre un 15% y un 25% de azúcares simples que le permiten proporcionar energía sin sobrecargar el páncreas ni desencadenar un cuadro de hipoglucemia. Muchos expertos en nutrición la recomiendan en programas de ayuno debido a su potencial propiedad de eliminadora de toxinas, ya que permite al cuerpo recibir el aporte diario de los nutrientes esenciales y necesarios para obtener la energía óptima.
Los diabéticos encuentran en la espirulina un alimento completo que mantiene la enfermedad a raya. Gracias a esto, puede ser consumida diariamente. Además, es el único alimento que contiene ficocianina, un pigmento natural que estimula el sistema inmunitario.
Combate la anemia, en cualquiera de sus formas. Ya sea que el origen del desorden sea ocasionado por falta de hierro o por deficiencia de vitamina 1312, esta alga logra recuperar el equilibrio de ambos nutrientes. También protege de infecciones, estimula el sistema inmunológico, ayuda a corregir las alteraciones de la vista provocadas por la carencia de vitamina A, facilita la eliminación de toxinas, y reduce el riesgo de desarrollar cáncer.

Mucha y sana proteína en la espirulina
Mientras que la carne es una fuente que contiene aproximadamente un 20% de proteínas y la soja —uno de los vegetales más ricos en estos nutrientes— contiene un 30%, la espirulina alcanza el sorprendente porcentaje de más de un 70% de proteínas.
Las proteínas de la espirulina son, además, altamente digeribles y resultan más rápidas de digerir que las proteínas animales. Esta característica es especialmente importante para quienes padecen mala absorción intestinal. En ese sentido, el alga no solo no recarga el hígado, sino que ayuda a su desintoxicación. Además, en la espirulina están presentes todos los aminoácidos esenciales y no esenciales conocidos. Por otra parte, está exenta de colesterol y de posibles residuos de antibióticos, pesticidas u hormonas.
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